«El propósito original era resolver el problema del tráfico en la subida a la montaña», dijo un trabajador que ayudó a instalarlas. Aunque las escaleras mecánicas de montaña tienen sentido desde el punto de vista de la accesibilidad, hay muchos que las consideran una molestia. «Entonces, ¿qué sentido tiene subir a la montaña? Creo que la alegría ha desaparecido», escribió un crítico en las redes sociales. «¿No ves que las escaleras mecánicas restan belleza natural a la montaña?», se quejaba otra persona.

Coreografía subiendo escaleras del artista Yoann Bourgeois.

Una madre pato mira mientras doce de sus adorables patitos intentan superar lo que para ellos es un gran obstáculo, las escaleras. ¿Lo lograrán?

En 1980 se realizaron dos de las más brillantes cintas de terror del cine moderno, “El resplandor” de Stanley Kubrick y ésta “Al final de la escalera”, que además tienen muchos aspectos en común. En ambas la trama va de fantasmas y su desarrollo se aleja de lo convencional, mucho más en “El resplandor” por supuesto, además en ambas se aprecian rasgos estilísticos parecidos. “Al final de la escalera” es una historia clásica de casa encantada. Los referentes son claros, pero a la vez es una película que ha sido realmente influyente y original.

El templo de Amblewawa se encuentra en Sri Lanka a a 1.000 metros sobre el nivel del mar. Lo curioso de este templo son unas empinadísimas y estrechas escaleras de caracol que no son aptas para gente con vértigo. Más información en exploreslk.com/ambuluwawa-temple/

La foto que ilustra el cartel de la Feria de Antequera quiere reivindicar el folklore local, así como normalizar la “participación en la vida pública de personas con discapacidad”, según su autor, pero el efecto logrado es muy otro: más bien parece el escenario de una película de David Lynch, en la que un hombre en silla de ruedas vive atrapado en un rellano rodeado de escaleras y con la incómoda compañía de una señora y su hija vestidas muy raras.

Hay veces donde la creatividad de las autoridades chinas es sorprendente, y esta es una de esas veces. Las montañas del Gran Cañón de Taihang en la provincia de Linzhou fueron designadas por el gobierno chino como uno de los lugares geográficos clave para promover y desarrollar la industria turística del país. Dicha escalera es un gigante de 88 metros de altura y 321 escalones a la cual solo se puede subir si se es menor de 60 años y si primeramente se firma un consentimiento por escrito asegurando estar en buen estado de salud.

¿Qué es?: Una suma de escaleras colocadas sin orden ni concierto que dicen sumar 30 metros cuadrados. ¿Dónde está?: En pleno centro de Madrid, a dos pasitos de la Puerta del Sol. ¿Cuánto cuesta?: 670 euros, a lo que hay que sumarle un mes de fianza y otro de agencia. Por poco más pones escaleras mecánicas y vives a todo trapo ahí dentro.