Aunque la animación en sí misma es bastante sencilla, ya que muestra los contornos de los personajes sobre un fondo oscuro, es sorprendente que se hiciera hace más de 100 años. La sencillez de este dibujo animado contribuye a su atractivo, al igual que el efecto fantasmagórico de la película y los contornos brillantes.

Una reseña nunca llega tarde, ni pronto. Llega exactamente cuando se lo propone. En el pasado mes de octubre, con motivo de la iniciativa #LeoAutorasOct, en Zona Negativa quisimos repasar las carreras de algunas de las autoras más relevantes en el mundo de las viñetas. A pesar de contar con solo una obra publicada, Emil Ferris debía estar, sí o sí, entre las elegidas. Sin embargo, por una serie de catastróficas desdichas, Lo que más me gusta son los monstruos no había tenido su espacio en esta Santa Casa. Debíamos enmendar ese error y de ahí, a

Fragmento de la serie de anime Monster, que relata el cuento de El Monstruo sin Nombre (Obluda).

Aparentemente Emil Axelsson tiene dedos de acero. Cualquiera se hubiera roto los pulgares a los diez chasquidos, pero él continúa heróicamente hasta terminar su interpretación de esta obra maestra de los 8 bits.