Viñeta satírica de Bernardo Vergara: Una dictadura.

Facu Diaz lee unas hojas que le cayeron a una chica con bandera preconstitucional atada al cuello. Parece ser un diario...

El Qatar SC anunció la rescisión del contrato del futbolista argelino Youcef Belaili, después de que el delantero eliminara a Qatar de la Copa Árabe con un gol en el minuto 107. El jugador, de 29 años, se despidió en Instagram con un mensaje de agradecimiento: "Muchas gracias al club Qatar SC por los momentos pasados a vuestro lado y un enorme agradecimiento a la afición y la dirección. Ahora soy un jugador libre".

Millones de españoles llevan días en shock tras descubrir, gracias a un documental alemán de Netflix, que en España hubo una dictadura. Los españoles se han quedado anonadados al enterarse de que un tal Francisco Franco se hizo con el control del país tras una cruenta guerra civil gobernando con mano de hierro durante 40 largos años.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado a la derecha que exagere la realidad para desgastar al Gobierno. Pero para exponer su crítica ha mostrado sus dotes más cómicas, realizando una suerte de imitación en la que, por ejemplo, ha pronunciado expresiones como "dictadura judeo-masónica" marcando mucho las sílabas de cada palabra. "Hablan del riesgo de que se instaure en España una república socialista-bolivariana cuando resulta que el líder de la oposición en Venezuela viene a vivir a España", le ha recordado entre aplausos de…

“Franco le regaló el país tal cual, ¿sin nada a cambio? Es difícil de justificar. Se trata de una mordida de un país entero que no tiene explicación alguna”, dicen las fuentes. No obstante, es posible que no se le pueda imputar debido a su “inviolabilidad”, un privilegio judicial de procedencia inexplicable y que don Juan Carlos también habría recibido a modo de “obsequio”.

Buenas, soy Emilio Calatayud. La familia no es una dictadura, pero tampoco una democracia. Lo digo siempre. Y no lo hago para escandalizar ni levantar polémicas. Pienso sinceramente que si convertimos la familia en una democracia, o, más difícil todavía, en un régimen asambleario, nos volveríamos locos nosotros y volveríamos locos a los hijos. Por eso también defiendo que no hay que preguntar todo a los hijos: “¿Qué quieres comer hijo?” “¿A dónde vamos hijo?” “¿Qué hacemos hijo?”