Daniel Clowes (Chicago, 1961) está entre las cuatro o cinco firmas más importantes del cómic de autor norteamericano. Con una docena de premios Harvey y Eisner y reverenciado por obras como Ghost World (adaptada al cine en 2001 con unas adolescentes Thora Birch y Scarlett Johansson como protagonistas), Wilson o Paciencia, recuerda la escasa reputación que el cómic tenía hace 40 años. “En los ochenta no tenía ninguna en absoluto. Cuando conocía a alguien que no fuera un bicho raro, un coleccionista de discos o un fanático de la cultura weird".

Daniel Fernández (Oviedo, 1987) se define como «hacedor de vídeos y cosas de esas». Un fenómeno viral que destripa con sorna e ironía los vídeos de algunos influencers (senséis, que diría él) de los que dan consejos de dudoso criterio en las redes sociales. «Intento hacer humor blanco y, sobre todo, riéndome de mí, no del creador que hizo el tutorial. Intento hacer humor sobre mi fracaso», comenta. Aunque lo suyo realmente se ha convertido en un éxito superlativo.

"Reciclo más que Cogersa", dice el responsable de este bazar que acumula discos de ediciones únicas, ropa de guerras y cientos de objetos antiguos con valor por distintos motivos.

John Draper pretendía construir un generador de tonos multifrecuencia para poder controlar el sistema telefónico de AT&T, puesto que se controlaba por tonos (al igual que el resto de sistemas de telefonía de la época). La idea era tener un sistema simple y de uso inmediato sin tener que depender de una cinta de casete con grabaciones de tonos en diferentes frecuencias. Aquí fue donde un niño ciego (Joybubbles), a la tierna edad de siete años, descubrió que silbando a ciertas frecuencias podía activar ciertas centrales de telefonía.