Cámara oculta, donde dejan un móvil cerca del dueño, pero sin mucha vigilancia. Dicho móvil, tiene un dispositivo para dar una pequeña descarga eléctrica a voluntad del dueño del teléfono. Lástima que las caras salgan difuminadas.
En 2013, dos obreros trabajando el la "Casa de los Lores" perforaron un cable de 11.000 voltios. Afortunadamente ambos sobrevivieron la explosión resultante.