Albert Rivera, que fue despedido del bufete «Martínez-Echeverría» por bajo rendimiento hace unos días, no se rinde tan fácilmente. Según el ex-político, no hay razón para echarle ya que en los 500 días que llevaba contratado aún no ha tenido tiempo de mostrar todo su potencial, y que en cualquier caso para eso primero tendría que haber ido algún día, cosa que dice no haber hecho jamás.

Es una escena muy típica de cualquier sábado por la noche o de un plan de fin de semana. Incluso hay gente que hace ayuno con tal de sacar el máximo provecho a la experiencia. Uno de los grandes inconvenientes de este tipo de ofertas es la gula desmedida que hace que ingieras hasta diez comidas distintas, lo que se traduce en un flaco favor a tu salud.