(...) Supuestamente luchan por la verdad, la justicia, la libertad. Suena muy bonito, pero hay que fijarse bien qué significan esas palabras en voz de estos energúmenos ridículamente disfrazados. Luchan por la verdad… el progreso, defienden la justicia… la democracia y la igualdad, y pelean por la libertad… del consumo. Es decir, todos luchan, defienden y promueven los valores modernos, y ahora también postmodernos, como la ideología de género.