El brasileño se ha incrementado el tamaño de sus bíceps con el óleo Synthol para conseguir el récord mundial de 78 centímetros. "Ellos me llaman Hulk, Schwarzenegger o He-Man, y me gusta".
Además cuenta como el médico le dijo "que si continuaba así, tendría que amputarme los brazos". Sus brazos eran una roca. Ahora dice que "no vale la pena arriesgar la vida por tener los músculos más grandes".