Menudo pollo se ha formado en torno a Baldur’s Gate: Siege of Dragonspear, la expansión que amplía la famosísima saga creada por BioWare hace tropecientos años. Un chiste de Minsc y que un personaje sea transexual ha bastado para que la comunidad de fans y miembros del ‘movimiento’ GamerGate ataquen indiscriminadamente a muchos de los desarrolladores a través de redes sociales y desprestigien el juego por todas las vías posibles, como en las reviews de Steam.