Un simple dispensador de jabón tiene un único propósito, salvo en Twitter, donde también sirve para hablar sobre si hay racismo o no en quien los programa. a raíz del vídeo, se puede comprobar en los cientos de comentarios que hay opiniones para todo: desde gente que culpa a la compañía de racista, hasta gente que critica que se señale a la empresa productora y que lo llaman una caza de brujas, sin olvidarnos que acusa directamente al ingeniero que ha programado el dispositivo y quien piensa que todo esto no es más que un error.