Según los expertos, con más horas de sol aumentarán las relaciones sociales, generando una personalidad más propia del Mediterráneo.

Un usuario de Twitter ha compartido en su perfil un maravilloso cartel que anuncia una junta de vecinos y los usuarios no dan crédito. En este folio colocado en un ascensor se puede leer los temas a tratar en dicha reunión de la comunidad.

El fenómeno Rosalía ha llegado para quedarse (al menos los próximos tres días) y la horda de fans que siguen a la cantante está dispuesta a adquirir cualquier tipo de merchandising relacionado con la artista. Este furor consumista ha terminado por generar extrañas compulsiones de compra en la red, como el aumento de un 300% en los libros de Rosalía de Castro en Amazon durante la última semana.

Esta es la historia de identidades vacías y supervivencia de un local presuntamente gallego regentado por paquistaníes, en la que el pulpo es lo de menos.

El otro día fui a un restaurante gallego en Barcelona donde lo único gallego era yo. Era mi segunda vez allí: acudí allí solo pero con cámara de fotos, dispuesto a documentar la experiencia. El restaurante es un enigma desde todos los ángulos. Por eso había algo más; una necesidad de hurgar en aquello que no se acaba de comprender: lo lleva una familia de origen pakistianí que, según pude saber, había comprado el negocio a un matrimonio gallego que lo había gestionado anteriormente en otra localización.

El director editorial de la organización Trevor Project, John Paul Brammer, compartió en Twitter una de las situaciones más surrealistas que ha vivido y que le ocurrió el pasado fin de semana. Mientras disfrutaba de sus días de descanso, Brammer escuchó como alguien llamaba a la puerta. Para su sorpresa, cuando abrió se topó con dos perros y un gato que, hábilmente se colaron por el pequeño hueco que el dueño de la vivienda utilizó para ver quién era. "Sus patas estaban golpeando mi puerta", contó John a The Huffington Post.

Un gallego gana un concurso de la televisión japonesa cantando anime

Cuando la tecnología entra en las aldeas... puede pasar de todo, según quien la utilice

En una granja avícola de Galicia los huevos son lo de menos. Están en Meis, Pontevedra, y su objetivo es conseguir gallinas macizas. Ya llevan ganados 17 premios este año.

Nunca entenderán el gallego. Groso error, o mejor dicho, groso escozor de tanto carallo..

Ríase usted del Viejo de la Montaña, del maestro de Kung-Fu o del abuelo Cebolleta. Si busca sabiduría milenaria y ancianos a carta cabal, la puede encontrar en las personas gallegas de la tercera edad. Basta con buscar a cualquier paisano o paisana con más de 70 primaveras, cuanto más pellejo y arrugado mejor, y tirarle un poco de la lengua. Sin duda, todo lo que salga por su desdentada boquiña serán perlas, quizá en castrapo y con retranca, pero perlas al fin y al cabo.

Dieciocho días antes de la muerte de Franco, este director de una fábrica de piensos tentó a la ciencia. Se ofreció al equipo médico del General para que colocaran en su cabeza el cerebro del dictador. "Lo hice porque era un hombre irrepetible, sin el cual yo sabía que este país se iba a pique. Quería que mi cuerpo sirviese como vehículo del suyo". La misiva con su propuesta fue contestada por el secretario particular de Franco y hermano de Carmen Polo.

Monólogo inicial del programa de Carne Cruda desde el Teatro Fígaro en Madrid.

Pak Gallego es un catalán que era amante de las cartas Magic hace años y que tuvo la idea de crear un juego: Guerra de mitos. Hoy 10 años después su empresa está exportando juegos a más de 40 países entre ellos sus juegos de resolver asesinatos Q que están pegando fuerte en todo el mundo.

"Envy makes the world go around": con estas declaraciones, el mayor experto vivo en bolsa ha sentenciado que, desde su punto de vista, el 90% del dinero del planeta, ese que somete a millones de personas y que cada tanto nos lleva colectivamente a la ruina, funciona por emociones prosaicas y comportamientos irracionales. Las burbujas no son más que eso: a mayor rendimiento, mayor riesgo, y nuestra propia ambición por el “dinero fácil” y la envidia nos hace creer en lo que no es. Ciclos que, según el inversor, están condenados a perpetuarse.

Hablamos de la década prodigiosa del underground gallego, que comenzó con el álbum homónimo de Triángulo de Amor Bizarro (TAB). Editado por Mushroom Pillow en 2007, el disco fue un fogonazo ruidista que sacó del letargo a la parroquia local, comparable al despertar shoegazer que supuso en España el Super 8 de Los Planetas. “Había gente que ya estaba haciendo cosas, pero ellos le dieron visibilidad”, afirma el crítico David Saavedra, quien señala con el dedo acusador a Rafa Anido.

Escondido entre montañas en la localidad de Orense, Avión es un pueblo pequeño de grandes contrastes. Inviernos gélidos y veranos calurosos, carísimos automóviles y carros de vacas, rústicos hórreos y lujosas mansiones. De los 2.500 habitantes que tiene la aldea, el 60% es pensionista y el resto sobrevive gracias a la agricultura y al pequeño comercio. Pero cada verano, un puñado de ricachones elige este ignoto rincón del mundo como refugio vacacional.

Cuando los agentes se acercaron para pedirle que cesara su actitud sucedió que el hombre comenzó a acelerar los movimientos de su zurda, a la vez que se dirigió a los agentes con voz melosa y mirada lasciva diciendo “Oh sí mi amor. Oh sí mi amor. Muy malo, gallego”.

Un hombre va haciendo zoom con su cámara hasta verse a sí mismo reflejado en las gafas de sol de una vecina.

El barrio de Chueca en Madrid es el símbolo del colectivo LGTBI. Un barrio orgulloso que en estos 40 años de Orgullo le ha dado la vuelta a su pasado. Vecinos, comerciantes y activistas cuentan cómo ha cambiado la historia de Chueca.

En Galicia hay lugares espectaculares con paisajes increíbles. He aquí dos ejemplos de lugares dentro de poblaciones urbanas que necesitan de cuidado para seguir manteniéndose hermosas. A Casa das Pedriñas es una construcción hecha por el pintor y escultor Daniel Mancebo, el “Gaudí de A Veiga”. O Parque do Pasatempo es un lugar que pertenece directamente a la emigración que Galicia sufrió.

Las discusiones vecinales a base de notitas anónimas son una de esas cosas que nos dan la vida. Son una mezcla de rabia expresada con tranquilidad gracias a esa impunidad que te da la barrera del lenguaje escrito, de no decirlo a la cara. Pero también tienen un punto de contención, que nunca sabes cuándo te vas a cruzar con esa persona en el ascensor.