Han pasado más de veinte años: en octubre del 94, una serie diaria daba sus primeros pasos. Y en los hogares vascos que conectaban con ETB-1 se colaba el nombre de un pueblo, Arralde, un bar, el Boga, y miles de historias que durante este tiempo han hecho imaginar y soñar a miles de euskaldunes. Ayer la jornada era igual de intensa, las grabaciones comenzaron como siempre, a las ocho menos cuarto de la mañana.