Para la mayoría de la gente resulta sencillo definirse en términos de etnia y nacionalidad. Eres del país de donde has nacido y tu físico suele ser, de manera más o menos prototípica, caucásico, negro, asiático… Pero la realidad de los orígenes es bastante más compleja. Una agencia de viajes ha hecho un experimento con un grupo de personas de distinta procedencia para desmontar la creencia de que existen “razas” o nacionalidades puras: con un sencillo test de ADN consiguieron romperles totalmente los esquemas a los participantes.