Mi plan original era criar a mi hijo haciendo que pensara que estaba viviendo una simulación por ordenador, pero, tristemente, mi mujer lo vetó. Y cualquier otro potencialmente dañino, pero gracioso, escenario de vida alternativo. Pero me las arreglé para colarle un experimento igualmente. Me encantan los juegos, y yo que nací en la época dorada, quería que mi hijo los amara y los apreciara también. Así que este fue mi experimento: ¿Qué ocurre cuando un niño del siglo XXI juega a través de la historia de los videojuegos en orden cronológico?

Sin importar su origen cultural, sin importar su situación económica, los niños siempre encuentran maneras imaginativas para divertirse. Sus imaginaciones salvajes y momentos mágicos de la infancia, cuando fue capturado por la cámara de los fotógrafos talentosos, pueden hacer fotos realmente maravillosas. Estas 33 imágenes que recogimos demostrarán que la infancia puede ser maravillosa, no importa a donde vaya.

En el Mundial de baloncesto femenino sub-17, en el partido entre México y Eslovaquia, hemos visto una jugada surrealista. Tiros libres para la mexicana Ramos, que falla los dos. Rebote para las eslovacas. Kovacikova se confunde y anota en su propia canasta. Desorientadas, las mexicanas sacan de fondo bajo la canasta eslovaca mientras sus rivales van a defender a la cesta mexicana. Un despropósito!

Se llama Kellar y fue originalmente entrenado para jugar a la pelota con las pistas “caliente” y “frío”. Después añadieron “más cáliente”, “te lo has pasado”, “izquierda” y “derecha”. El proceso de aprendizaje duró una semana

El castellano es un idioma muy rico. Un hecho insólito si tenemos en cuenta que la mayoría de sus hablantes son, a día de hoy, mileuristas. Sin embargo, el español medio desconoce en gran medida una parte muy importante de nuestro extenso vocabulario. Según expertos en lingüística como Fundeu BBVA, un ciudadano medio español no usa más de 1.000 palabras y sólo los muy cultos alcanzan las 5.000. Por eso, para ponerle remedio a este descalabro que desaprovecha de manera descarada las posibilidades de nuestra lengua, en GQ hemos decidido ayudaros