Para unos, un edén de honestidad y humildad; para otros, un mundo de puñaladas dulces que, igual, te desangran. Este ecosistema de sinceridad radical es lo que propone el proyecto Radical Candor, capitaneado por Kim Scott, una antigua trabajadora de Google y Apple que ahora pelea por convencer a las empresas de que su método construye el microcosmos laboral más irrompible, cohesionado y productivo. Para ella, reservarte las opiniones sobre otros despierta más ansiedades de las que arregla.