Hay quien desecha la idea de comprar un modelo caro porque no tiene parking donde guardarlo. No es el caso de este conductor, que ni corto ni perezoso se ha fabricado su propio plaza de garaje cubierta para proteger su coche.
Porque hay mucho cabra loca que no respeta nada, un aviso pasivo-agresivo no está de más: Lo encontró Claudio en las calles de calles de Las Palmas de Gran Canaria.