Si hemos utilizado alguna vez algún gestor de tareas sabremos que todos ellos siguen una mecánica similar: nos permiten organizar nuestras actividades y responsabilidades diarias siguiendo diferentes criterios, y llevar un control de lo que ya hemos terminado para organizar nuestro tiempo y sentirnos bien con nosotros mismos. Pero poco hay más allá de esta satisfacción, y al final todo se traduce en una herramienta indudablemente útil pero aburrida. En Habit RPG, sin embargo, todo se vuelve mucho más colorido.
