A la historia de un hombre de buena educación pero hecho a sí mismo, que buscó pronto la fama y el dinero y se empeñó en hacer realidad aquel sueño por atípico que pudiera resultar cómo la había concebido. La Mansion Playboy es, en efecto, el símbolo de un sueño que, en realidad, se había fraguado en Chicago algunos años antes. Fue allí donde Hugh Hefner compró su primera mansión, y allí donde comenzó a codearse con lo más selecto del establishment estadounidense sin renunciar a su filosofía de vida: vivir rodeado de mujeres hermosas.