Todos tenemos alguna mala experiencia de viaje. Ya sea que el compañero que nos tocó en el asiento de al lado se mueve mucho, roncó toda la noche, o bebés llorando desconsoladamente durante horas. No obstante, pocos se atreven a expresar su molestia para no crear conflictos con el resto de pasajeros, situación que no amedrentó a Lau Mynyee para expresar su enojo a una mujer que realmente podría llevarse el trofeo a la “peor pasajera de todos”.

Varios portales de internet recogen las situaciones más extrañas vividas a bordo de un avión, desde pasajeros descalzos con una evidente falta de higiene, hasta ruidosos niños fuera de control. Según publica ABC News, durante un vuelo de Southwest Airlines, una mujer agrede con un bolígrafo a su compañero de asiento tras escucharle roncar. Parece ser que la paciencia no era una virtud presente en la mujer pues el vuelo 577 que aún no había despegado del aeropuerto de Chicago.

Hoy, 5 de febrero de 2015, y para celebrar el 35.º aniversario del Óscar que le dieron a los mejores efectos especiales, Cinesa proyecta el montaje del director de esta mítica película en 20 de sus salas.

Un médico investigó las causas y explicó cómo encarar uno de los problemas más vergonzosos que ocurren al viajar en avión. ¿Alguna vez tuvo un problema de flatulencia a bordo de un vuelo? Si le ocurrió, no se avergüence. Se trata de algo muy común cuando viajamos en avión. ¿A qué se debe?

Reconozcámoslo: volar por primera vez es un trago un poco duro. El aeropuerto lleno de gente, el tumulto en seguridad, la larga espera hasta el embarque, el sobrecogedor ruido de los motores, la extraña sensación de abandonar el suelo a 300 kilómetros por hora, el estómago saltando… Y si no que se lo digan a un pasajero a un pasajero de un vuelo de Xiamen Air que hacía el trayecto entre las ciudades chinas de Hangzhou y Chengdu, que decidió abrir la puerta de emergencia justo antes de que el avión entrara en pista de despegue.

Trabajadores de reemplazo deseosos de volver a casa se ven forzados a empujar su TU-134 al quedarse éste congelado a -52 grados-

La mayoría de los pasajeros entran en el avión cabreados: sin ganas de saludar, de sonreír o de dialogar. Yo les entiendo. Cuando viajo como pasajera y no como TCP, hay muchos factores que me amargan antes de subirme al avión. Yo también llego agotada y frustrada después de la gymkana aeroportuaria… que por momentos te da la sensación de estar dentro de un videojuego de plataformas, en lugar de en un aeropuerto. Vas consiguiendo logros, sorteando obstáculos y preparándote para el monstruo final: el control de las maletas de cabina...

Un pasajero de un crucero de la empresa Carnival Cruise, anclado en el Puerto de Miami, murió hoy tras caer de un mástil.

Seguro que a la mayoría de los pasajeros de un avión le ha ocurrido que los controles de seguridad del aeropuerto le han obligado a dejar una mínima botellita de agua, un tímido cortauñas y hasta un queso por ser demasiado cremoso. Sin embargo otros objetos menos inocentes han intentado sortear el registro y algunas veces lo han conseguido. ¿Quiere saber cuales son los diez “equipajes de mano” más extraños, que se han intentado colar en un avión?

Por contradictorio que parezca, un viaje en avión no siempre se pasa volando. Una encuesta revela las cosas que más molestan a los pasajeros. En lo más alto de la lista no pueden faltar el dichoso asiento reclinable, los llantos de los niños o las estrecheces.

Cuando te subes en una avión, estás jugando a una especie de lotería en la que casi nunca ganas nada bueno. Te puede tocar sentarte al lado de un niño que no pare de llorar en todo el viaje, de alguien que ronque como un oso pardo, de unos adolescentes con el pavo subido o con alguien que haga tanto ruido comiendo como un dinosaurio. Pero te toque lo que te toque, nunca serás tan desgraciado como ninguno de los que tuvieron que sufrir a los protagonistas de estas imágenes.

Seguro que a la mayoría de los pasajeros de un avión le ha ocurrido que los controles de seguridad del aeropuerto le han obligado a dejar una mínima botellita de agua, un tímido cortaúñas y hasta un queso por ser demasiado cremoso. Sin embargo otros objetos menos inocentes han intentado sortear el registro y algunas veces lo han conseguido