Cuando un director o productora quiere contratar a un actor de Hollywood para su película, el proceso habitual sería ponerse en contacto con su agente o manager, que a su vez contactará con su cliente para que las tres partes lleguen a un acuerdo. Sin embargo, en el caso de Bill Murray, el proceso para contratarlo no es tan sencillo. El actor no tiene agente, pero sí tiene un abogado y un número de teléfono de pago al que quién esté interesado debe llamar y dejar un mensaje de voz sobre el proyecto...