Se trata de un experimento llevado a cabo por F-Secure. Con el permiso de Europol, puso en marcha un punto Wi-Fi gratuito en Londres, que movió por diferentes calles. Cualquiera que buscase puntos Wi-Fi gratuitos podía conectarse gratis, pero debía aceptar el contrato. Un documento de uso del Wi-Fi estándar, salvo que contenía una especie de Cláusula Herodes: Si te conectabas al punto Wi-Fi gratuito, debías entregar a tu hijo primogénito, para toda la eternidad.