Donde hay grandes montañas, hay valles, constantemente acompañados por los citados paisajes montañosos. Aun cuando frecuentemente permanezcan ocultos por gigantes montañas, los valles acostumbran esconder muchas sorpresas que podríamos calificar como fabulosas, como cascadas, lagos de aguas turquesas, variedad de fauna y flora, maravillas geológicas y sitios pintorescos, cuanto menos.