Hace sólo un año, en enero de 2016, Mikel Urmeneta anunciaba por sorpresa su salida de Kukuxumusu, la marca de dibujos que fundó a principios de los 90 en Pamplona. La crisis rompió muchos sueños dentro de la empresa, que hasta entonces navegó con pulso firme y presencia en decenas de países. Urmeneta tuvo que llamar en 2014 al publicista pamplonés Ricardo Bermejo para inyectar dinero en la marca y redirigir el rumbo de una nave que comenzaba a hacer aguas, con una seria crisis interna. Sin embargo, el matrimonio apenas duró un año.