Me referiré en este capítulo al comportamiento de los ovnis con los paracaídas, porque la casuística es muy abundante y aleccionadora, y de ella podemos deducir bastantes consecuencias que nos ayudarán a estar más preparados para asimilar las duras realidades que referiremos en capítulos venideros. En cierta manera, es lógico que la relación avión-ovni sea abundante, debido a que ambos usan el mismo elemento en el que se pueden ver mutuamente desde gran distancia.