"Buscad esta información en Google y vais a saber más cosas”.

Si algo bueno tiene el coronavirus es que está sacando a flote a los malos y a los tontos. En esta última categoría ‘influencer’ barra ‘monguer’ entra nuestro invitado de hoy, el mexicano Mario Sierra Moncada, que ha conseguido sus 3 minutos de patética fama gracias a un vídeo en Instagram en que asegura, entre lágrimas, estar «harto de la cuarentena», porque «han cerrado el spa, han cerrado el gimnasio, la alberca» e incluso la lavandería («¡y yo no sé lavar!»).

Tenemos un firme candidato al ‘premio Darwin’ de este año. Se trata de un ‘influencer’ llamado Larz, que participó en el llamado #coronaviruschallenge, un nuevo reto viral que consiste en lamer un retrete público, y, como consecuencia, contrajo el coronavirus. El siguiente vídeo del ‘influencer’ lo grabó desde la cama de un hospital de California: «Me han diagnosticado el coronavirus», se le oye decir al joven, de 21 años.

(...) En apenas seis segundos de vídeo está concentrada toda la estupidez humana: la joven aparece lamiendo la tapa del inodoro de un avión mientras de fondo suena la melodía de ‘Corona Time’, una canción que la comunidad de Tik Tok está utilizando para compartir sus métodos de prevención de o convivencia con la enfermedad.

Natalia Taylor, una youtuber estadounidense que cuenta con 1,93 millones de suscriptores en su canal, decidió hacer un experimento social en Instagram: el objetivo era convencer a sus miles de seguidores de que se encontraba de vacaciones en Bali, cuando en realidad las fotografías habían sido tomadas en una tienda de Ikea.

El popular youtuber, de 13 años, se libró de las siempre comprometidas preguntas sobre el sexo y el dinero.

Entre gameplays, vlogs, challenges, tops y demás palabrería anglosajona que da peso y altura a la fórmula de éxito youtuber, a veces se puede conseguir el mismo ruido y número de clicks con un material fresco, original y tan difícil de encorsetar que hasta puede trascender del puro Internet.

El Christian interpreta su primer tema musical como influencer.

Las redes sociales están que trinan por la foto que ha publicado la ‘instagramer’ rusa Elena Rybalchenko (Fitness Mama) utilizando los disturbios de Barcelona como telón de fondo. “Delante y detrás, a derecha e izquierda, se oyen las explosiones y los helicópteros, el ruido de las sirenas… Barcelona en llamas ¡Es como una película de Hollywood!”, puede leerse en su último y criticado post de Instagram.

Jessy Taylor vio como desaparecía su cuenta con más de 100.000 seguidores y lloró ante la perspectiva de tener que trabajar.

La posibilidad de que se produzcan desprendimientos en la cala de Ambolo de Xàbia es real, pero las webs y los blogeros siguen recomendándola y los turistas, acudiendo a este paraje de la Costa Blanca, amenazada por la masificación.

Julia Vins es una chica rusa que se ha hecho especialmente conocida en redes sociales por su musculatura, es conocida como la «la Barbie rusa» o «la Barbie musculosa». Vamos a ver una galería de fotografías suyas donde se puede ver su musculatura y su físico poco habitual en las mújeres. Ha ganado ya 3 mundiales de levantamiento de pesas.

Daisy Keech es una de esas mujeres que ahora se llaman influencers e instagramers, una chica guapa que sube fotografías suyas a internet en pose. Ella está harta de que le diga que se ha operado el culo, así que ha decidido ir al médico para que certifique que su pandero es real, el de nacimiento.

Comienza a ser frecuente poner en peligro la integridad física para conseguir muchos likes en Instagram. Los últimos, esta pareja norteamericana afincada en Bali

La empresa de viajes Busabout ha lanzado la propuesta The Great Travel Experiment en la que busca contratar a un total de seis personas para llevarlas de viaje durante 11 semanas por Europa, EE.UU. o Asia con los gastos pagados y un salario.

Documental de Deutsche Welle sobre los influencers. (5min 34seg)

Este perro viajero e ‘influencer’, nombrado “embajador turístico de Castilla y León”, actúa como un turista más en cada ciudad que visita, como certifican las imágenes publicadas en sus redes sociales. Así muestra “qué destinos turísticos están más o menos avanzados respecto a la integración de animales” mediante los vídeos y fotografías que comparte con sus casi 50.000 seguidores. Aunque su cometido consiste en destacar aquellas iniciativas ‘dog friendly’, Pipper también se sorprende con los lugares que están menos preparados para recibirle,

Se trata de Lizbeth Rodríguez, la presentadora de un controvertido programa de YouTube que aparentemente se dedica a descubrir infidelidades.

Netflix empezó el 2019 estrenando el esperado programa de Marie Kondo, autora japonesa que ha vendido millones de copias de unos libros en los que propone vivir de una manera más organizada y rodeados solo de los objetos que importan. Y parece que la filosofía de Marie Kondo está empezando a calar en Internet, ya que muchas personas están comenzando a compartir sus experiencias en las redes sociales, empezando el año poniendo sus casas patas arriba.

Dulceida tiene 27 años y no terminó el bachillerato. Es una de las youtubers más seguidas en las redes sociales. Miles de chicas de entre 15 y 17 años siguen sus vídeos religiosamente. Algunos de los más vistos son Mi operación de pecho o Qué hay en mi móvil. No hay más, no busquen más, sólo eso. «Me gasto 500€ en ropa cada mes» o «No me arrepiento de haber dejado los estudios» son algunos de los mensajes que lanza este adalid del mundo virtual. Entrevistas en las que, por si no fuera ya evidente, se muestra como una persona sin contenido.

A finales de verano, salió a la luz una nueva práctica que consistía en realizar reviews negativas por parte de algunas influencers norteamericanas. El debate se detonó cuando Hey April, una beauty blogger especializada en el cuidado de la piel, contactó con el representante de una influencer top para pedirle un presupuesto. El manager, entre otras colaboraciones remuneradas, añadió la opción de que su representada hiciera una mala reseña a cambio de 85 mil dólares

Todo lo que debes saber para ser feliz n influencer como el YouTuber español, El Rubius. En este artículo se evalúan tanto el número de seguidores y como los consiguió.

(...) Aquel niño tenía todo lo necesario para ganar pasta, probablemente más que sus padres. Por tener, tenía hasta un dossier diseñado profesionalmente con sus tarifas. Pero le faltaba toda la parte legal, a su edad es ilegal que sea él quien firme y lleve su negocio, su familia desconocía todo esto y no estaba dado de alta en autónomos (con 12 años, imposible). Con su edad, por tanto, no podría cobrar.

Lo que empezó siendo una broma entre hermanas, ha acabado por convertise en un brillante fenómeno viral con el que reírnos de los excesos de ego y postureo. La comediante australiana lleva compartiendo sus divertidísimas parodias desde 2015, y acumula 4,5 millones de seguidores en Instagram y más de 1 millón en Facebook.