Osama Bin Laden, el fallecido líder y fundador de la red terrorista Al Qaeda, temía que su esposa tuviera colocado un microchip en sus dientes, y que a través de ese mecanismo pudieran espiarlo. La preocupación del jefe fundamentalista surge en una carta que le envió a un ayudante identificado como Shaykh Mahmud después de una visita de su esposa a un dentista en Irán.