Alejo Cuervo cojea. No es a causa del disparo de una pistola láser ni porque le haya caído en el pie la colección completa de Canción de hielo y de fuego. Es que ha sufrido una infección en la extremidad. Eso no le amarga sin embargo esta gran semana en la que su librería, Gigamesh, el establecimiento de referencia en fantasía, ciencia ficción y terror (y en vicio y subcultura, como ha acuñado él), celebra 30 años. Desde el año pasado la librería, que nació en la barcelonesa ronda de Sant Pere —y alcanzó fama en toda la galaxia— se...