Los mercados de las drogas, por definición, son como cualquier otro. Buscan generar el mayor beneficio posible satisfaciendo una demanda. Sin embargo, a diferencia de otros mercados regulados, en los que se aseguran ciertas garantías para las personas consumidoras, los mercados de las drogas suelen saltarse “a la torera” esta cuestión. En ese propósito de generar el mayor beneficio económico posible, el mercado emplea una serie de estrategias. De todas, la que mayor atención suele recibir es la adulteración del producto.