En el histórico barrio del Carmen, hay un pequeño local situado en el número 28 de la calle Baja, que pasa desapercibido. Al entrar, uno se siente envuelto por una luz tenue y un ambiente que recuerda a los locales de Nueva Orleans, Chicago o Nueva York en los años 20. Sillas de madera, pequeñas mesas redondas, fotografías de los grandes del jazz, una estantería con discos y otra con licores, son todo lo que se encuentra en el bar.