General Motors ha anunciado en el marco de un plan de reestructuración el cierre de siete factorías en todo el mundo, cuatro de ellas en Estados Unidos, una en Canadá y dos en países aun sin identificar. Más de 14.000 puestos de trabajo están en juego.
Las cinco plantas norteamericanas afectadas por el anuncio emplean a unas 14.500 trabajadores y son las de montaje de Oshawa (Canadá) y las estadounidenses de Detroit-Hamtramck y Lordstown, además de las de Baltimore y Warren, que producen motores y transmisiones.