No hay piedad en la guerra, ni siquiera en las guerras comerciales. Lejos de calmar los ánimos, Donald Trump ha puesto un nuevo capítulo en su particular lucha contra Harley-Davidson, marca con la que hasta hace bien poco guardaba una estrecha relación como símbolo del espíritu 100% americano que tanto le gusta al Presidente de los Estados Unidos.
Ahora, tras las decisiones de Harley-Davidson de salvaguardar su viabilidad económica planteándose la deslocalización forzada por las decisiones del Presidente, Trump ha cargado nuevamente contra la firma llamando directamente al boicot.