Anidado en los abruptos acantilados a lo largo del valle del río Kura, sur de Georgia, se encuentra uno de los monasterios medievales más inusuales y asombrosos del mundo: Vardzia. Tallado enteramente en la roca de la montaña Erusheti a lo largo de más de 500 metros, es una maravilla arquitectónica con hasta 19 niveles de estancias. El lugar tiene una larga historia de asentamientos desde la Edad de Bronce. Las cuevas habitacionales existen aquí desde al menos el siglo V a.C., aprovechando el fácil refugio que proporcionaba la suave caliza.

Los salones subterraneos de la Reina de la montaña, excavados en la roca, hacen parecer a Vardzia un lugar sacado de las paginas de El señor de los anillos. Pero esta cueva-palacio-monasterio no fue construida por enanos, sino por georgianos del Caucaso por orden de su legendaria reina Tamar.

El monasterio-cueva de Vardzia está excavado en el acantilado del monte Erusheti, en el margen izquierdo del río Mtkvari, a 30 kilómetros de la localidad más cercana, Aspindza. Construido en la segunda mitad del siglo XII, fue abandonado tras la conquista del imperio otomano en el S. XVI. En la actualidad forma parte del patrimonio protegido del estado de Georgia y aspira a la consideración como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.