Las autoridades modificaron el año pasado la normativa de matriculación de vehículos para que los supersticiosos sigan comprando automóviles. A partir de ahora los coches vendidos de enero a junio llevan en Irlanda un 1 tras los dos números del año y los matriculados de julio a diciembre, un 2. Así, la primera matrícula del año, que debería haber sido 13-D-1, se ha convertido en 131-D-1, y los supersticiosos irlandeses pueden conducir tranquilos. El miedo irracional al número 13 se llama triscaidecafobia y al viernes 13, friggatriscaidecafobia.