La clásica terna de agencias de calificación la componen Moody's, Fitch y Standard and Poors. Son las que acaparan la atención mediática y cada una de ellas por separado puede provocar grandes sismos en el ámbito de las finanzas y la economía. Existe un consenso entre un sector suficientemente amplio de economistas, entre ellos algún Nobel, acerca de la futilidad de estas agencias y la, para ellos, evidente manipulación de algunas de sus valoraciones. El Sovereign Wikirating Index (SWI) intenta huir de los cánones marcados y valorar a cada país