Hacemos un repaso por alguna de las series de televisión más populares de la década de 1990, con una colección de imágenes del rodaje y fotografías detrás de las cámaras de estas series que ya forman parte de la cultura popular.

Durante más de ocho décadas, la comedia de situación ha marcado los tiempos y ha proporcionado un bálsamo contra ellos. Desde Rob Petrie tropezando con su otomana en The Dick Van Dyke Show hasta Ilana plantando cara en un vagón de metro de Broad City; desde Ralph Kramden de The Honeymooners que apenas contenía su frustración con Ed Norton hasta Paper Boi de Atlanta haciendo lo mismo con su primo Earn; desde Lucy Ricardo emborrachándose con Vitameatavegamin hasta Fleabag disfrutando de Gin in a Tin con el cura caliente.

En el año del 20 aniversario de la popular serie, repasamos qué ha sido de los actores que encarnaron a Joey, Chandler y Ross.

Mi primer recuerdo consciente de una sitcom inglesa es de 1985, con Els joves (The Young Ones) de Ben Elton, que durante mi 1.º de BUP emitía TV3 en primicia nacional. Sumerjan la cosa en su adecuado contexto y manténganla allí, en remojo: antes de Els joves yo había visto a trompicones Un hombre en casa (y su secuela, Los Roper) en TVE, también la sensacional Caída y auge de Reginald Perrin, que no entendí (la emitieron en 1984, a mis trece años, y me perdí su lado cáustico). Quizás alguna más.

Jim Parsons (Sheldon en The Big Bang Theory), Neil Patrick Harris (Barney en How I met your mother), Ed Helms (Andy en The Office y Stu en The Hangover), Aziz Ansari (Tom en Parks and Recreation), Ty Burrell (Phil en Modern Family), y Ted Danson (George en Bored to Death). La mesa redonda de comediantes de Emmy-Worthy donde estos geniales cómicos de los sitcoms más potentes del momento contestaron, todo tipo de preguntas sobre su duro trabajo, hacer reír, y el panorama de la comedia actual.

Las series son un género que está en alza. Cada vez tienen menos que envidiar al mundo del cine. Tanto, que rostros conocidos del celuloide se pasan a la pequeña pantalla y que los pilotos cuestan una media de cinco millones de dólares.

Un pelín amarillista, pero de todos modos curioso seguimiento a las extrañas carreras que siete actores de sitcoms americanas tuvieron tras dejar sus respectivas series. Como era de esperar, más de uno tuvo encuentros con la justicia o con las drogas (o ambos). Visto en Digg.