Monólogo del comediante argentino Enrique Pinti, quien recientemente falleció a los 82 años. Segmento de su sketch "A Todo Pinti", de 1992. Éste segmento en particular no es una comedia, es una cruda y triste realidad. Invita a la reflección, a pensar en cómo están las cosas. Aún hoy, 30 años, esto sigue completamente vigente. Cinco minutos, que pueden dejarte horas pensando. "Mentir, pero diciendo la verdad".

No debemos esperar ingenuamente la intervención divina, pues nuestro destino está bajo nuestra responsabilidad. Seremos lo que decidamos: una especie que prefirió autoexterminarse antes que renunciar a su voluntad absurda de poder sobre todos y sobre todo o bien forjamos las bases para una paz perpetua (Kant) que nos conceda vivir diferentes y unidos en la misma Casa Común.

Un momento de reflección sobre cuanto pesa la suerte en nuestra vida diaria y cuanto nuestro poder de decisión. Condicionantes externos o auto-boicot?

“Esta revolución es afortunadamente una revolución de hombres jóvenes. Y hacemos votos porque sea siempre una revolución de hombres jóvenes; hacemos votos para que todos los revolucionarios, en la medida que nos vayamos poniendo biológicamente viejos, seamos capaces de comprender que nos estamos volviendo biológica y lamentablemente viejos...Quienes se creen insustituibles para sus pueblos piensan con la misma mentalidad de esos que creen que asesinando a los dirigentes de la Revolución asesinarán la Revolución...

A veces sentimos que nada de lo que hacemos es realmente “trascendente”, que no hemos contribuido con nada que vaya a dejar una marca en el mundo. ¿Cómo podemos saber realmente cuál será el efecto de cada uno de nuestros actos, cada una de nuestras palabras?