Li Chang, un vendedor de pescado chino de 43 años, sufrió graves lesiones internas cuando se resbaló en un tanque de anguilas vivas en su almacén en Guangzhou, al sur del país, y una de ellas se introdujo por su recto hasta el estómago. “Supongo que las anguilas se asustaron cuando de repente caí en el tanque, por lo que comenzaron a retorcérseme por todas partes. Algunas se me metieron por el pantalón. Y entonces, para mi horror, sentí que una subía hacia mi trasero”, afirma el pescadero, que en un principio no dijo nada
