Se cumplen 10 años del asesinato de Joxeba Pagaza. Todas las muertes son iguales, pero algunas se cargan de un simbolismo mayor. Mataron a un resistente. A uno que, a diferencia de muchos de ellos, era un euskaldun zahar. Lo mataron los nacionalistas cruentos, después de que los incruentos lo dejaran a los pies de los caballos. Recuerdo aquellos días: las fotos en la prensa, la madre valiente, con su profética sentencia, la hermana, la solidez de crecer en el dolor, sin callar ante nada. Con los años, uno se sigue asombrando de la indignidad...