Hay una pequeña isla en Japón, arrasada en la segunda guerra mundial debido a que era un depósito de armas químicas, que actualmente se conoce por ser el paraíso de los conejos. Viven proliferando sin control y totalmente mimados.

La isla de Okunoshima no es grande. Tampoco tiene impresionantes neones y luces como los de la ciudad de Tokio, ni siquiera un solo rascacielos. Pero tiene...

La isla japonesa de Okunoshima es conocida como la Isla de los Conejos (Usaji Jima) porque los turistas que la visitan son recibidos por una estampida mansa de estos animalitos, que parece que han olvidado su rol habitual de presa. Esto sucede sobre todo si les llevan comida, como la turista Yu Yu Lam, cuyo vídeo se convirtió en viral y puso a esta pequeña isla en el mapa para el resto del mundo. Y usamos la expresión “poner en el mapa” porque antes de la Segunda Mundial esta isla desapareció deliberadamente de toda vista cartográfica.

Okunoshima, una isla donde Japón produjo gas venenoso durante la Segunda Guerra Mundial, es ahora el paraíso de los conejos.

Okunoshima es una pequeña isla situada en el Mar Interior de Japón, desempeñando un papel clave durante la Segunda Guerra Mundial como una fábrica de gas venenoso durante la guerra química que llevó a cabo en China. A partir de los edificios de investigación de gas venenoso y las instalaciones de fabricación, han creado un museo, inaugurado en 1988, con el fin de alertar a tantas personas como sea posible de las verdades terribles sobre el gas venenoso. en.wikipedia.org/wiki/Ōkunoshima