Se trata de una de las pequeñas iniciativas a coste cero que trata de poner el ayuntamiento en marcha basándose en la llamada economía del bien común, un proyecto promovido por el economista austríaco Christian Felber que pretende implantar y desarrollar una economía sostenible y alternativa a los mercados financieros, en la que necesariamente deben participar las empresas. Una filosofía económica alternativa al atroz capitalismo de corte neoliberal, pero también a la economía planificada.