El astato, elemento radiactivo cuyo nombre se deriva de la palabra griega que significa “inestabilidad”, es tan raro en la Tierra que aún no se ha investigado lo suficiente y, en consecuencia, se sabe muy poco sobre él. Utilizando astato generado artificialmente, el físico Sebastian Rothe, de Mainz, ha logrado ahora por primera vez explorar experimentalmente uno de sus parámetros fundamentales, el potencial de ionización, y por lo tanto determinar una de las propiedades más importantes del elemento raro. Traducción en
#1