Conocida como Carfentanil, se considera el opioide más potente del mundo y provoca que sus “hermanos” (la heroína y el fentanilo) sean vistos como sustancias inocuas en comparación. No se conoce exactamente cómo se ha introducido en el mercado de Estados Unidos, pero actualmente es una de las mayores preocupaciones sanitarias del país debido al aumento exponencial de su consumo. Las autoridades creen que podría estar produciéndose en laboratorios clandestinos de China y México.