La Iglesia católica argentina anunció hoy su intención de revisar su actuación durante la última dictadura militar (1976-1983), aunque insistió en rechazar cualquier tipo de "connivencia" entre los obispos y el régimen de facto, tal como había sugerido en 2010 el expresidente de facto Jorge Rafael Videla. "Nos sentimos comprometidos a promover un estudio más completo de esos acontecimientos, a fin de seguir buscando la verdad", dijo la Conferencia Episcopal Argentina en una carta difundida en el marco de su 104º asamblea plenaria.