Javier Hernáez deja de estar al frente de la parroquia a la que ha prestado servicio durante más de cuatro décadas. Muy crítico con la gestión del obispo José Ignacio Munilla, advierte a quien tome su relevo: "Ya puede encomendarse a Dios y al diablo".

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, los hechos se remontan al verano de 2010, cuando presuntamente el procesado disparó desde su vivienda de Altza (San Sebastian) a los animales, un macho y una hembra, con una carabina de aire comprimido provista de mira telescópica.