La multa para un medio de comunicación en el que se diga o se difunda una palabrota podrá ascender hasta los 6.500 dólares (unos 4.800 euros). La ley ha sido aprobada por las dos principales cámaras de Rusia y el Gobierno dice que ayudará a proteger a los niños del lenguaje obsceno que a veces se estila en los medios rusos. Sin embargo, el verdadero leitmotiv ha sido el escándalo desatado por un artículo en el diario Moskovski Komsomólets (MK) en el que se cargaba contra la jefa del Comité Anticorrupción de la Duma, Irina Yarovaya.
