El egoísmo no aporta ninguna ventaja evolutiva. Muy por lo contrario, ser una persona colaboradora es una recompensa a largo plazo. Esta es la idea que sugiere una nueva investigación, y que desafía teorías anteriores que indicaban justo lo contrario. Un equipo de científicos de EE.UU. analizó un modelo del "dilema del prisionero", un problema fundamental de la teoría de juegos, que es el estudio matemático de las estrategias en procesos de decisión.