Es difícil entender que todavía existan lugares en la Alemania moderna como Jamel -una pequeña aldea rodeada de campo- ubicada en el estado noroccidental de Mecklenburgo-Antepomerania en la costa del Mar Báltico, y que se piensa que alberga a un grupo de extremistas de ultraderecha. La aldea es una de sólo dos estados en los que el derechista Partido Democrático Nacional (NPD) tiene curules en el parlamento. Está "adornada" con murales que recuerdan la propaganda nazi y en ella se han celebrado festivales en honor a Hitler recientemente.