Hace tres semanas, después de recorrer 3.500 kilómetros en un Opel Astra, con los tres más pequeños agazapados entre bolsas y ropas en el maletero, los hermanos Paco, María Jesús y Nieves Ayestarán Oquiñena les abrieron sus brazos con afecto y con la puesta a su disposición de un ala, con nueve camas, del establecimiento histórico y emblemático en la localidad.