Se trata de la estrella más veloz jamás observada por el hombre. De hecho, atraviesa la Vía Láctea, nuestra galaxia, a la increíble velocidad de 4,8 millones de kilómetros por hora y su comportamiento constituye todo un desafío a las teorías de los científicos. El extravagante objeto, bautizado con el nada poético nombre de RX J0822-4300, es una estrella de neutrones de enorme densidad, los restos de la supernova Puppis A, a 7.000 años luz de la Tierra en la constelación del mismo nombre, que estalló hace ya 3.700 años.