Quizás hoy sean radicalmente distintos a lo que fueron ayer, pero la esencia no la pierden. Esa sensualidad que transmite el simple agitar de un cuerpo femenino al son de una música sensual residirá siempre en cualquier buen 'striptease'. Ese aroma a deseo, esa pasión carnal que despierta todos los sentidos y provoca un torrente de pensamientos a la imaginación a quien lo presencia. Suaves y pausa